Covid-19 y cuarentena: ¿qué hago con mis uñas?
Ya son varios los meses que llevamos, inevitablemente, encerrados en nuestras casas, y con ello comienzan a surgir las dudas de cómo adecuar nuestras antiguas rutinas a esta “nueva normalidad”. El cuidado del cabello (sobre todo si solemos aplicarnos tintura), la depilación, y los demás rituales de auto cuidado, parecen estar despertando la creatividad de muchos, quienes comienzan a animarse a hacerlo por su cuenta. Si perteneces a ese grupo de valientes, hoy queremos enseñarte de una forma práctica y sencilla, los cuidados básicos que tus manos, y especialmente uñas, necesitan para irradiar vitalidad.
Lo importante, siempre primero:
Antes de dedicarle tiempo a la estética de tus uñas, te recomendamos que chequees su composición al natural: el color, la fuerza y el brillo. Estos pueden ser grandes aliados a la hora de identificar cualquier deficit vitamínico en tu cuerpo, lo cual puede producirse por una alimentación incompleta. Tus uñas deberían portar un color rosa pálido, sin manchas, y deberían estar lo suficientemente rígidas como para poder limarlas sin quebrarlas. Cualquier mancha o porosidad, puede ser síntoma de algo más.
¿Chequeaste? Bueno, ahora sí:
- Hidratación: antes de comenzar a tratarlas, es bueno darles una sólida base de hidratación, para que así puedan generar su propia capa protectora, previo a agregar cualquier tipo de producto. Podes optar por una opción natural, humedeciendo un algodón en aceite de oliva, y esparciéndolo desde las cutículas, hasta las puntas. Y si preferís, también existen las cremas hidratantes especialmente diseñadas para este paso. Lo importante es que la uña quede bien preparada.
- Acondicionamiento: la base de la uña, es la cutícula. Es una piel muy sensible y delicada, por lo cual es bueno tratarla con cuidado y, en lo posible, evitar el corte de la misma. Podes optar por retirarlas hacia atrás con alguna herramienta plana, mientras te ayudas con un poco de crema hidratante. Despacio y con paciencia: de lo contrario, podrías lastimarte.
- Corte o lima: una vez que generaste espacio en la parte inicial de tus uñas, es momento de definir su longitud. Si están lo suficientemente largas y rígidas como para cortarlas, podes utilizar un alicate, y luego darles la forma que elijas con una lima. Si tus uñas suelen estar más débiles, es mejor pasar directamente a la lima, otorgándoles el largo y la forma deseada, en simultáneo.
- Blanqueamiento: este paso es opcional, en caso de que tus uñas estén un poco decoloradas a causa del maltrato, o del abuso de esmaltes. Podes sumergirlas en agua de limón durante unos 10-15 minutos, y retirar el exceso con un algodón. Si no es tu caso, omitilo.
- Protección: una vez preparadas y completamente secas, podes colocar la primera capa de esmalte sobre ellas. Éste es un buen momento para utilizar un protector previo al color o brillo que vayas a aplicar: es lo que va a prevenir que tu esmalte se salte rápidamente, y además va a encargarse de cuidar el color natural de tu uña, sin teñirla de amarillo.
- Color: ¡sobre gustos, no hay nada escrito! Jugá con los colores que más te gusten. Podes elegir formas y diseños más exóticos, inspirándote en diseños de internet, o simplemente aplicar un tono neutral, y dejarlas secar.
- Brillo y secador: para terminar, sellá tus uñas con una capa de brillo, que no sólo le dará más vida al color elegido, sino que también va a contribuir a la duración del esmalte. Si podes y tienes disponible, aplicá un secador rápido para poder seguir con tu rutina.
Recordá terminar con una buena capa de crema hidratante en todas tus manos, incluyendo las uñas ya secas. Además, tené en cuenta que el detergente, la lavandina, el alcohol, y demás sustancias, son sumamente nocivas para la piel. Siempre optá por usar guantes de látex para manejar estos productos.
Y acordate: todo es cuestión de actitud. Buena música de fondo, ¡y a relajarse haciendo un spa en casa!
Créditos Imagen: Cottonbro