Siliconas y el pelo: ¿enemigos silenciosos?

Mucho se lee pero poco se sabe de este famoso ingrediente que encontramos presente en casi todas las fórmulas para el cabello. Entonces, primero lo primero: ¿qué son las siliconas? Bueno, rápidamente explicado, es un químico que se compone por átomos de sicilio y oxígeno. No importa que te aprendas esos nombres, lo importante es entender para qué sirven.

Lo bueno

Por un lado, la silicona es el ingrediente encargado de aportar brillo, suavidad, y protección al cabello, casi inmediatamente después de su uso. También, contribuyen a la distribución del producto utilizado, por ejemplo: dentro del shampoo, la silicona se encarga de hacerlo llegar fácilmente a casi toda la superficie del cuero cabelludo. Es un químico completamente avalado por las organizaciones de sanidad, es decir que no ocasiona ningún daño en la salud. Brinda una sensación de reparación casi al instante, y puede contribuir a la duración de los tratamientos de coloración, así como también a las cabelleras con mucho frizz: lo disminuye, logrando un efecto más planchado.

Lo no tan bueno: ¿cómo puede volverse dañina?

Aunque a simple vista, y leyendo sus principales contribuciones, pareciera que las siliconas son mejores amigas del cabello, hay algunos factores importantes que hacen que el uso regular e intensivo de siliconas pueda volverse peligroso y contraproducente para nuestra salud capilar.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que éste no es un componente natural. Es decir, no aporta sus beneficios naturalmente, sino que lo hace de una manera química o inorgánica. Como ya muchas veces te hemos comentado desde Hairfy, el uso frecuente de productos anti naturales sobre el cabello, puede generar un daño a largo plazo, aunque en una primera instancia no podamos percibirlo. 

Por ejemplo: la silicona, cuando es utilizada con regularidad, puede terminar acumulándose en el cuero cabelludo. Esto provocaría una aceleración en la producción de sebo (se saturan las glándulas sebáceas y se genera más grasa de lo normal). Además, terminaría por generar una suerte de superficie que recubra las fibras capilares (eso que notaríamos como “suavidad” o “brillo”), y esto no permitiría que el cabello se oxigene naturalmente. La falta de oxigeno hace que eventualmente el pelo pierda su capacidad de absorber ingredientes de manera natural, y esto generaría un desgaste total en su vitalidad: se arruina la textura del cabello y desaparece el brillo.

Pero entonces… ¿siliconas sí o no?

Recapitulando lo dicho: si bien las siliconas pueden resultar útiles y convenientes en ciertos tipos de tratamiento capilar (y midiendo especialmente la frecuencia e intensidad con la cual se las aplica), es importante tener siempre en cuenta que, sin duda alguna, no son un componente natural. ¿Qué implica esto? Que, efectivamente, al igual que con la gran mayoría de los productos químicos, a la larga pueden terminar brindadnos más daños que beneficios. 

Por eso, desde Hairfy recomendamos siempre optar por soluciones alternativas que brinden los mismos resultados, sin ocasionar ninguna secuela. No sólo puede lograrse con productos como el shampoo o algún serum natural, sino que también se puede hacer con refuerzos caseros, simples, y económicos.

Y vos, ¿qué métodos elegís para preservar tu gran tesoro capilar? ¡Podes escribirnos a hola@hairfy.com.ar para contarnos tus experiencias y recomendaciones!

 

 

Créditos Imagen: Cottonbro

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