Guía exprés para un pelo liso sin planchas

Varios pueden ser los motivos por los cuales a veces necesitamos recurrir a los métodos más tradicionales (y menos tecnológicos) para dedicarnos a nuestro cabello. La falta de tiempo o la carencia de los aparatos que nos brindan una ayuda a la hora de alistarnos, pueden ser algunas de las razones por la cuales recurrimos a opciones más prácticas, pero no por eso menos eficientes. Hoy queremos enseñarte cómo podes alisar tu cabello en pocos y simples pasos… ¡sin la necesidad de usar una plancha para el pelo!

Okay, empecemos… ¿qué vas a necesitar?

Vamos a utilizar elementos que encontramos en casa y que suelen ser parte de tu rutina diaria:

  1. Peine para el pelo (de hebras anchas y separadas).
  2. Secador de pelo.
  3. Cepillo de pelo (de hebras más finas y juntas)

¿Cómo procedemos?

            En primer lugar, vamos a necesitar dejar al pelo secarse naturalmente durante unos 10-15 minutos, para que termine de drenar cualquier resto de agua que haya quedado de la ducha. Podes aprovechar este tiempo para hidratarte el cuerpo con cremas corporales, elegir qué te vas a poner, y alistarte. Una vez que tu cabello haya dejado de expulsar agua (es decir, ahora estará húmedo, pero no empapado), vamos a peinarlo con el peine de hebras más separadas, generando cierto espacio en la cabellera, principalmente en el cuero cabelludo, la zona que más tarda en secarse.
            Luego, vamos a proceder a secarnos el pelo como lo hacemos normalmente, pero esta vez vamos a centrarnos en hacerlo desde arriba, hacia abajo. Es decir, el secador deberá hacer especial énfasis en acompañar la forma natural del cabello: iniciando en el cuero cabelludo, y terminando sobre las puntas. Pero prestá atención: siempre anulando el aparato hacia abajo. Así, generaremos el efecto alisado que deseamos, ayudando a direccionar la humedad natural del cabello hacia donde queremos.
            A medida que comience a secarse, empezamos que acompañar el secado con el cepillo de hebras más finas y juntas, pero siempre poniendo el foco en la dirección. Secamos y cepillamos en simultáneo, de arriba hacia abajo. Tip: si también buscas aportar volumen a tu cabello pero de manera natural y medida, podes optar por realizar el mismo proceso, pero haciéndolo a contra-gravedad; es decir, de cabeza, con tu cabello colgando hacia abajo, desde la nuca hacia las puntas. Así, cuando vuelvas a tirar tu cabello hacia atrás, vas a notar un lacio más voluptuoso. Pero cuidado: si tendés a desarrollar frizz muy fácilmente, no te recomendamos éste último paso.

            Así de sencillo es lograr un pelo alisado en pocos minutos, en simultáneo al secado, y sin necesidad de recurrir a ninguna plancha. De este modo, no sólo te aseguras de ahorrar tiempo, sino también de evitar el daño que le genera a tu cabello tanta exposición a los calores artificiales.

 

 

Créditos Imagen: Sharon McCutcheon

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